Heme aquí, solitario en tu
absoluta compañía.
Tan doliente en nuestra diáfana embriaguez,
Tan distante entre mis propios
brazos,
Vagando sin cura alguna a lo
ancho de tus magnos labios.
Heme aquí siendo tu triste, tu
malo.
Te ruego que no niegues mi amor
desde mis quejas.
Nací así, enfermo, y mi mano no
mide el dolor
Pues yo soy dolor, me hice en él.
Mas no hay dios capaz de evitar
que sea uno en tu complejidad.
Ni fuerza alguna que pueda
corromper mi perfección en tu reflejo.
ANDRÉS GRENOUILLE
1 comentario:
..."solitario en tu absoluta compañía" te pido que abras tus alas y cobijes a los innumerables amigos que admirarán tus letras. Te lo mereces amigo. ¡Bello poema!, como siempre...besos...Any
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