Vaga,
laxo, el ensueño demorándose
en los
juegos de la memoria:
esta
flor de cristal,
--sin
recuerdos, sin vida, sin aroma--
si
cayera de su frágil pedestal
ni aún
su transparencia
me dejaría.
Estas
manos ajadas, tristes, frías
que
conocieron del amor las ilusiones,
con
sólo cerrar mis ojos y mirarlas
se
transforman
volviendo
a ser palomas,
luz y
sol de mediodía.
Solo tu
piel sobrevive intacta
en el ensueño
que en mi frente anida.
Vestida
de brumas de distancia
tu
mirada se detiene altiva
crece
hasta ser reja, muro, salida.
Y se
aleja.
Y me
lleva la vida.
Y yo me
quedo mirando tus espaldas
sola,
irremediablemente sola
perdida.
TERESA DEL VALLE LAUMANN
1 comentario:
Tere querida: ¡Qué triste el amor cuando no tiene respuesta! Bellas letras que en ricas imágenes y metáforas, describe el alma desolada...Muy bueno...Any
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