Un trámite de la memoria
nos habrá atravesado la risa.
En doscientas noches o más
nos regalaremos los ramos
de palabras como brotes de sentido,
como germinaciones de espanto o alegría.
Encegueceremos el ojo del sol
y me dejaré estragar por el dolor de tu belleza.
Y te quebraré la jaula del corazón,
y lo recibiré como a un refugiado del ardor.
JORGE CONCHA LOZANO
1 comentario:
Jorge querido: Doscientas noches y tal vez unos pocos días, serán los necesarios para el olvido si es que este debe llegar... Belleza y originalidad en tus versos...Besos...Any
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