Me gustaría que supieras ser
trapecista de la luna menguante,
des abandono de una lágrima,
carrusel de viento y agua florida,
alas abiertas en ingrávido vuelo.
Pero nada de esto puedes lograr.
Después de todo, al bien mirarte,
con ese egoísmo de ser humano,
disculpo tus armonías perfectas,
tus arroyos de redondas piedras,
tu boca de obligatorios urbanos,
y con él, te invito a que regreses,
tan plena de tus
imperfecciones
para dejarme, incurables instantes
en los que deseo ese mágico soplo
en el que somos un mismo barro.
SEROMA
1 comentario:
Me encantó, Seroma, muy rico en imágenes y metáforas. Felicitaciones, cariños
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