Yo perseguí la rosa inaccesible,
no la roja ni rosa ni amarilla,
la rosazul y blanca, la que humilla
a cualquier rosa, la rosa imposible.
Visión onírica y esplendorosa
yo así la vi en mis sueños de poeta,
más allá de mi tierra y del planeta,
inaccesible flor, radiante rosa.
Me sentí por su perfume inspirado,
la hallé desnuda como la utopía,
viví el milagro: amar y ser amado
y ahora sé que esa rosa es la Poesía.
La descubrí encarnada en lo deseado:
mi mujer, la imposible rosa mía.
Valentín Romano
Este soneto figura en “25 ACORDES
Y UNA CUERDA AL AIRE” que publiqué y presenté en diciembre del año pasado,
2012, en la Casa
de la Poesía Viva ,
editado por “Botella al Mar”. Libro ilustrado con dibujos de mi hermano Juan
Romano y que lleva en su tapa una pintura que estará expuesta con otros tantos
cuadros en la muestra individual a la que fue invitado para marzo 2014 en una
gran sala del Centro Cultural Borges, donde también lo acompañarán ejemplares
del libro mencionado.
1 comentario:
Esa rosa, que de creer que se la poseía completamente, al final, nos dimos cuenta que en la realidad, ni la conocíamos...
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