Desde el azul del cielo
de tus ojos claros
que tantas brumas han reflejado
ábreme el portón, madre
¿no ves que mi infancia
al mirarte
me viene a buscar?
Ábreme el portón, madre,
que quiero correr tomada de tu mano
a buscar a la niña
que dejé abandonada
que jugar quiero con ella a las escondidas.
¿Dónde estará?
Llámala, madre,
llámala con voz de enojo por tantas travesuras
a ver si es que viene a comer
lo que cocinaste hoy
sin un sólo peso para cocinar.
Ábreme el portón, madre,
ábreme el portón
que quiero jugar en el patio amplio
de tu cansado corazón
y bailar hasta hacerte reír
y hablarte sin parar
contarte tantas cosas que pasaron desde que no estás.
Ábreme el portón, madre mía,
olvidemos las cosas de la vida
y ven conmigo a jugar
TERESA DRUBE LAUMANN
2 comentarios:
¡Excelente! Me encantó este poema que alberga sentimientos puros que nos traspolan a nuestra infancia. Te felicito, Tere...Besos...Any
¡Ay! ese portón inaccesible...y que si se abriera, sería solamente un salto al vacío...Bello!!!!!
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