Yo habito en un lugar inapropiado,
Soy un soez, un facineroso.
Un perro viejo, de mirada perdida.
Ese delito flagrante.
Y mi voz está más allá de las nubes.
Y falta ser ángel para alcanzarme.
Y dios tartamudea frente a mí
Esas pocas veces en que osa protestar.
Yo vivo en un mundo que no es mío
En el potrero de nadie.
Y que lo reclamen…
¡Que lo reclamen!
El presidente va de harapos.
Los ministros mendigando.
Los científicos, autistas.
Y la verdad ya no es más.
Pobre gente, pobre mundo.
Pobre de mí ¿dónde vine a morir?..
Aquí, en estos públicos ciegos,
En este templo de mancos,
En este circo palurdo.
Entre los payasos calvos.
Escúchenme mutantes, que mi aliento les es caro.
Escuchen todos esta triste canción:
Yo no soy de ustedes, ni ustedes son míos.
Yo no soy de aquí, y tampoco su estúpido dios.
Ahora pueden disparar.
ANDRÉS GRENOUILLE
2 comentarios:
El suspenso, la trama en este poema, que lleva hasta el final, para cureosear lo sucedido...
Tiene la estetica del rock, con la urgencia del sobreviviente al que no le importa ya demasiado seguir sobreviviendo.
Muy bueno!!! me pone al borde del abismo.
Ricardo Coplan
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