a su propio entierro.
Yo soy quien arrojó una alba cala
sobre el ataúd de sus sueños muertos.
La que dejó caer
gota a gota
todas sus ilusiones
y no guardó una sola
una sola.
Aquella que camina sin luz ni sombra
esa soy.
La que no deja huellas
la que jamás está.
Esa soy yo:
la que asistió de pie a su propio entierro.
La que arrojó una cala sobre su ataúd.
La que se fue en el viento.
Aquella a la que nadie vio.
Aquella a la que nadie amó.
Aquella a la que nadie jamás esperó
Esa soy yo.
TERESA DEL VALLE LAUMANN
1 comentario:
Ésa soy yo, la que morí en vida...para resucitar cada día como el ave fénix...Hermoso
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