Tu ombligo es ese punto
paradigmático, sensual.
El círculo que dibujo
con mi lengua
y establezco
como una reverencia
al oráculo, para invocar
tu desnudez planetaria,
en ese misterio hecho sombra.
Tu ombligo parece, en la noche
una copa de sueño
donde se acomoda
una cereza de sazón espeso
que se me hace ha caído
hacia tu sed de hembra satisfecha.
Un punto neutral.
Frontera de paz tu ombligo,
entre la llanura abismal del pubis
y las gacelas turgentes de tus senos.
ERNESTO DEL VALLE
2 comentarios:
Hermoso y sensual poema...
Ernesto: tu pluma pletórica de metáforas, siempre acaricia lo bello y excelso que tiene la mujer...Simplemente bello...Besos...Any
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