Creemos
devenir,
de un
amanecer remoto
surcando
los confines
de
nuestras pausas.
Creemos
sobrevivir,
delimitando
las adyacencias
y las
incongruencias
de
nuestra extraña malsanidad.
Callados
y espantados
sembramos
soledades en los vientos.
Es el
mito del hombre,
que
no halla guarida para su niño
y
espanta amores en la vejez.
Es el
hombre eternamente solo
en su
finitud monocromática,
destruyendo
con su prestigiosa ignorancia
el
último beso del reencuentro.
Graciela Marta Alfonso
6 comentarios:
¡FELICITACIONES, GRACIELA! MARAVILLOSO Y FILOSÓFICO POEMA DIGNO DE SER LEÍDO UNA Y OTRA VEZ. TE APLAUDO, POETA.
Muchas gracias Miriam por la reflexión sobre mi poema, sobre todo el tema filosófico que me lleva a cuestionar sobre la vida...
Es hemosamente profundo y cautivante tu poema, mi alma agradecida...
Un beso
Susana
Muchas gracias Susana por tus comentarios y porque compartimos la necesidad de profundizar la experiencia de vivir, un beso.
Es muy profundo este poema, para leer varias veces. A mí me ha encantado pero a mi madre, mucho más...Besos...Any
Muchas gracias Any, y en esta fecha un feliz día para todas las madres!, besos.
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