Tantas cosas que quise decirte y me quedé callado
mientras las palabras se agolpaban torpemente en mi garganta
y mi corazón latía como un caballo sin freno y desbocado
que corre por las tierras yertas y el polvo del camino es lo
único que levanta
Tantas cartas que quise escribirte y no tenía papel ni lápiz
para contarte
que, sin ti, cada día me siento más muerto que vivo, que soy
uno más entre difuntos
que sólo renazco contigo, que resucito de entre los muertos
cuando estamos juntos
que la única savia de mis venas, que la única razón de mi
vida es amarte
Tanto tiempo ha pasado ya desde la última vez que nos
encontramos
cuando ya se tornan de amarillas las fotografías y las
cartas de despedidas
que nos recuerdan aquellas experiencias de placer, de amor,
de esperanza ya vividas
del primer beso que selló nuestro destino cuando nos
enamoramos
Y ahora que siento a la muerte como una compañera que
regresa
espero encontrarte en el paraíso o en el inframundo
donde nuestro amor pueda convertirse en algo más eterno que
este mundo
donde ya sólo tendrá cabida la alegría y se mudará por
siempre la tristeza
DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA
2 comentarios:
Daniel querido: esta prosa poética nos muestra cabalmente cada sentimiento (fuerza y locura) de quien ama aún hasta la muerte. Muy buena...Besos...Any
Tremenda desesperanza en cada palabra por ese eterno amor... me encantò
Susana
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