me enamoré de una diferencia de ocho milímetros
yo creí que fueron sus ojos verdes
sus piernas infinitas
los pies más lindos del mundo
su sonrisa
su cuello helénico
su oreja (la mujer ideal para escuchar a un poeta
que resultó con los años recibirse de psicoanalista)
su ternura y sus caricias
y tantas otras cosas
pero no
me enamoré de una diferencia de ocho milímetros
“la que vuela”
como diría oliverio
no puede estar al ras del piso
y para poder volar con ella
era preciso
que de alguna manera
al menos
parte de su cuerpo flotara
ahora que lo sé rotundamente
me confirmo
que no podía haberme enamorado
de una mujer totalmente asida
por la gravedá
ella cuenta literalmente
con por lo menos
un ala:
la pierna izquierda
que se eleva ocho milímetros del suelo
y parece una insignificancia
pero para mí
es el precio de amor de una mujer
elegida por un pájaro
VALENTÍN ROMANO (Del libro: "Y",
Ediciones Botella al Mar, Buenos Aires 2011).
1 comentario:
Gaucho: bello poema a la mujer amada, la que vuela. Ternura, sencillez de lenguaje y ritmo inmejorable en estos versos que demuestran todo tu arte. Te felicito...Besos...Any
Publicar un comentario