Necesito decirte que me falta tu ternura resbalando en la
súplica de los sentidos, que se ha
desquiciado mi horizonte, que un revuelo de
espuma se apaga lentamente en mi playa descalza.
Necesito decirte que me ahoga un llanto insomne, que me
pierdo en laberintos sin edad atrapada
en el vacío de soledades rotas, inmersa en
una órbita de silencio donde no se oyen cánticos y pájaros oscuros se
han robado todos los colores.
Necesito decirte que voy cayendo dentro de mi alma y aunque
busque vestigios no me reconozco, atrapada he quedado en la angosta cenefa
del desamparo.
Necesito decirte que tengo frío, un frío atroz y despiadado
que ha eclipsado resplandores,
consumiendo mi retina, cegándome a la gracia del delirio.
Necesito decirte, amor lejano, inasible y oscuro, que te
aguardo en el límite exacto de la apostasía, en la ebriedad de una espera interminable, rendida a tus diluvios y
naufragios.
1 comentario:
Catalina, tu poema está repleto de nostalgia y romanticismo... un saludo, Graciela.
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