Mis oídos parecen
dos ventanas golpeando sus postigos
cuando canta la reina mora.
Toda ella es un redoblar de campañas,
la catedral de los arcángeles,
el sol a media mañana en el campo,
las estrellas de las altas cumbres
a la altura de las manos,
los gorriones con sus crías
susurrando primavera.
MARTA PIMENTEL
2 comentarios:
Bello, bellísimo canto a la Naturaleza. Sublime!...any
Canto a la natural alegría...esa ingenua, que ronda nuestros jardines...¡Allá!
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