Así fue como te perdí:
te amé sin medidas, sin esperar nada te amé.
El cristal reflejó tu boca recorriendo mi piel;
mi piel, por ti lirio en primavera
que crecía hasta abrazar el cielo y la tierra.
Mi piel, tu equipaje plegado en tu sangre,
siguiéndote mansa y confiada
sombra.
Mi piel fue tu sombra
delirio despeñándose entre la lava
nada.
Tierra
sólo tierra reseca quebrándose en el páramo
aliento de violines arañando el silencio
sol de hielo
vacío de cara al cielo
caer
caer
caer
todo es nada.
TERESA DEL VALLE LAUMANN
1 comentario:
bello poema transitando el dolor, me gustò mucho.
Susana
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