Vigente aún la atracción
de esos días aquellos,
en que el sabor de la nada,
se perdía en tu boca,
no siempre disipé el deleite
de todo aliento de ti.
En esquinas profundas
quedaron vivos rescoldos,
sucesos que importan,
desnudándome secretos
en oníricos ámbitos.
No se porque cuestión,
los apacigüé en espera,
en un mundo de ganas
de volver a tus manos.
Y en esa hiriente desidia,
me adormilo en la noche,
sintiendo de algún modo,
que habito en tus sueños.
SEROMA
1 comentario:
Es un hermoso y nostálgico poema...
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