Adiós
oración para mi tía Chela
Ahí, tras la
sombra de la puerta entreabierta y despintada,
Sentada en un
maltrecho asiento de madera y cuero,
Ahí, con sus
gruesos lentes y humildes vestiduras,
Esa negra de
cabellos plateados,
Tan fuerte, Tan
viva,
Recordaba
infinitas historias;
Frente a ella
yo,
Muy atento la
escuchaba y admiraba su rara cabellera,
Como con vida,
como ardiente fuego;
Ahí, bajo el aroma
del café mi mirada se iba furibunda
En un intento de
penetrar los gruesos vidrios y llegar a sus ojos,
Ojos que el
infortunio hace mucho dañó sin remedio.
Esa
misma,
Mujer virtuosa,
Tan
admirable,
Tan
amada,
Ahí
estaba,
Ahí indignamente
tirada,
Olvidada en una
fría camilla,
Padeciendo igual
que muchos,
Todos apiñados en
la sala maldita de un hospital muerto,
Donde ninguno
escapará de perecer,
Donde todos en
fallido intento me miran de consuelo,
Y con tétrica e
hipócrita sonrisa muestran su dolor,
Colosal,
contagioso dolor.
Ahí
ella,
Ya no tan
fuerte,
Ya no tan
viva,
Desorientada pero
enterada de lo inminente,
Se entregaba a la
inmensa paz de la muerte;
Ella, sin
pronunciar palabra me hizo entender su decisión,
Más bien
deseo;
Una vez más se me
hace tan claro que dios no existe,
Una vez más sé que
nada es justo,
Que no tiene por
qué serlo.
De pronto un frío
puño me atraviesa y roba el aire,
Y las lágrimas
caen sin que nada las detenga,
De pronto me
siento tan vulnerable,
Tan diminuto e
insignificante,
Ahí, una vez más,
aborrecí la puta vida,
Fui odio e
impotencia,
Fui tristeza y
dolor.
Desde la oscura
agonía asomaba su mano
Y sus dedos
rozaban la tranquilidad que se acercaba,
Como la efímera
brisa que cae al sediento moribundo,
Ahí, mi negra
querida partía sin vuelta,
Ahí, sus ojos
desnudos por fin veo y siento,
Y me dicen adiós
ANDRÉS B.GRENOUILLE
5 comentarios:
Andrés querido: sentidas palabras a un ser sin igual que marcó tu vida. Ella seguirá viviendo en tu corazón...Bellas letras, como siempre...Besos...Any
Un delicia conocer de sus versos poeta, al pie dejo mi afecto y admiración.
Maricruz Díaz
Muchísimas gracias Ana, amiga, por ser esa mujer de largos brazos que desconocen categorías y represiones.
Y gracias a la poeta, que me infla el pecho con su elogio y esa título que sólo en el eco toma valor.
Any, amiga, estoy bien. Mejor que nunca. No podía creer cuando me contaron de tu llamada.Gracias.
De esta semana no paso, lo prometo, me embarga el tiempo la búsqueda de labor, pero hoy o mañana te envió unos versos para compartirte.
El amor me ha hecho libre mujer, libre y grande. No ha lugar para preocupaciones. Te mando un abrazo rompecostillas.
Andrès, disfruto mucho con tu escritura, me deja justo al borde de todas las sensaciones, leerte es un placer... cariños
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