Es la noche más larga,
(hoy es recuerdo).
Es extenso el dolor, la soledad
(hoy es ausencia).
Mis alas están quebradas
de muertes y deserciones,
no sé dónde iré
con mi rota soledad;
soledad tan larga, en la noche más larga.
Quiero petrificar mis ojos,
mi espíritu,
mi cuerpo adormecido
en el grito que se pierde,
dónde, dónde está el cielo,
dónde está la paz y mis alas,
para avanzar en la noche
maniatada y sin alas.
(Soledad tan larga, en la noche más larga).
Quiero beber el viento
en una lluvia de fantasmas,
quiero extender mis pasos,
en un camino de niebla;
para sentir mi cuerpo
sin piel, ni arterias,
para cubrir el miedo
y mi pobre tristeza.
(En la soledad tan larga, en la noche más larga).
El silencio me acorrala con su inercia;
no puedo avanzar, estoy sin ojos,
y sin alas, sobrevolando un cielo crucificado,
me golpea el muro
frío de soledades.
(En la soledad tan larga, en la noche más larga).
GRACIELA ALFONSO
7 comentarios:
Querida Graciela: ¡cuánta soledad y ausencia, cuánto dolor! El insomnio atraviesa la noche del poeta, casi sin excepción, hasta que aveces, en el milagro del amor, desaparece...Poema bien logrado para transmitir la sordidez de la hora. Te felicito...Any
La noche oscura del alma, de la que hablan los poetas y los misticos, y poetas misticos. Sobrecogedora y palpitante imagen.
Ricardo Coplan
Muchas gracias Any por la interpretación profunda de mi poema...
¡Ay! Esa soledad que acecha como contrapartida de cada momento compartido con otro/s, de cada momento feliz, en que pensamos: "¡El mundo es nuestro!" y entonces, allí aparece, escondida tras un arbusto, tras una estrella, tras la mesita de luz junto a nuestra cama...
¡Bello!!!!
Muchas gracias Graciela, por la reflexión de mi poema...
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