Aquí la luz del sol es fluorescente,
El suelo es de rígido metal
Y el frío es insoportable.
Él va y viene y yo lo
sigo sin moverme,
Él viene y va y yo lo acecho en las esquinas,
Esperando que en el vaivén de sus manos
Pueda yo aferrarme a
sus dedos con los míos
Y en un salto antinatural llevarlo conmigo a las nubes.
Hace un frío medular aquí,
Mis manos frías, mis pies fríos,
Mi rostro ausente, mis dientes de cristal,
¡Qué frío maldito el que hace!
En las nubes reposa ese señor y sus querubines,
Devorando vida y bebiendo palabras.
Él y yo asaltaremos la orgía,
Sodomizaremos a los concubinos alados
Y ese señor llorará…
Pues él y yo fuimos querubines alguna vez,
Pero las alas se corroen al ardor de la realidad.
Ahora señor: ¡Mastúrbanos, bésanos con devoción!
Tus felaciones, señor, son sentencia ejemplar.
Aquí las voces tienen filo,
Los pájaros son de papel,
Mis manos tiemblan
Y el orgasmo es fantasma omnipresente.
Él y yo somos ángeles jubilados,
Somos dioses déspotas,
Con nuestras pupilas dilatadas,
Con calosfríos escarchados,
Con veneno en la lengua
Y ese señor echado cerca a nuestros pies.
El frío no se va, no se irá,
Y el caos brilla en las miradas,
Los querubines cantan ya libres,
Los moribundos celebran sus contradicciones
Y él y yo, montando dos pegasos briosos,
Contemplamos la fiesta.
ANDRÉS B. GRENOUILLE
4 comentarios:
Cuánto dolor en estas letras querido Andrés, con tu maestría de siempre…El frío se irá, siempre se va, te lo digo yo que he pasado un verano helado…Cuando hay fuego en el estómago siempre se nos ocurre algo para zanjar las estalactitas que amenazan con matarnos…
Besos y ánimo, cariño!...Tu amiga Any
Pintaria a este poema como un cuadro de Goya,es muy profundo y nos introduce a un universo paralelo.
Graciela Marta Alfonso
Si son vivencias, lamento tus circunstancias. Si es arte, aplaudo tus formas de hacer poesía. Sean las que fueren tus motivaciones, denotan tener maestría.
Si te apetece, échale un vistazo a lo Mio y comentas. he sido destacado en febrero pasado, por Corazón Sangrante en Poetas Inolvidables.
Un saludo.
...Mientras aquel prisionero de guerra lava nuestro sexo con sus lágrimas.
Gracias por sus comentarios, me enorgullecen, cosa difícil de sentir para un triste.
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