Miré las hojas de los árboles caídas
Desde la ventana de mi hogar
Sentí mi cuerpo menos fuerte
Sentí mi mente desmayar
Volvieron a mi mente ideas idas y venidas
De un pasado mejor, alegre, feliz
Recuerdo aquellos momentos de suerte
Perdidos en el tiempo de un desliz
Miré mi casa por el tiempo mancillada
Derruida sobre sus cimientos
Los buenos momentos recordaba
Con el andar del caracol lento
Y, como Quevedo,
Sentí mi báculo más corvo y menos fuerte
Y posé mis ojos en todo aquel recuerdo
Que fuese la muerte
DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA
5 comentarios:
Melancolìa que se siente vibrar en esa añoranza, bellamente escrito.
¡Cuanto dolor refrendado por recuerdos! ¿Será la muerte la solución o apostar mejor a la vida? Bellas letras, amigo, besos...Any
Y nos duelen los pasos equivocados, como garfios, como estacas al piso, impidiéndonos volar nuevamente con lo que tuvimos...Felicitaciones
Que maravilloso poema, Daniel. Con lo bueno y lo malo, la vida vale vivirla, recordarla es parte de ella y la muerte, la tregua necesaria. Felcitaciones, un abrazo.
Mi reconocimiento por la forma de hacer poesía
Publicar un comentario