No esperan la oscuridad,son hijos del viento, tañidos de campanas
escarchados con el fuego del olvido.
Sus pies vagan como suspiros por las calles,
el amor se evaporó como vuelo de golondrinas.
Se acurrucan en una caverna de calle peligrosa
donde nos hay mariposas, ni juguetes.
Suman instantes de la nada,
amordazados como pequeñas estrellas,
rostros sin luz, mejillas silenciosas.
Pajaritos petrificados en una cornisa
espejos del vacío.
No saben del miedo ni el cariño.
Sí, del frío que duele más que el hambre.
Sí del desamparo de neblinas.
No del amuleto de la grata suerte.
Alucinados sufrientes ,
ausentes ojos devoran sus horas
de avecilla libre pero esclavizada
en los aguas de la indiferencia.
Sus pies vagan como suspiros por las calles,
el amor se evaporó como vuelo de golondrinas.
Se acurrucan en una caverna de calle peligrosa
donde nos hay mariposas, ni juguetes.
Suman instantes de la nada,
amordazados como pequeñas estrellas,
rostros sin luz, mejillas silenciosas.
Pajaritos petrificados en una cornisa
espejos del vacío.
No saben del miedo ni el cariño.
Sí, del frío que duele más que el hambre.
Sí del desamparo de neblinas.
No del amuleto de la grata suerte.
Alucinados sufrientes ,
ausentes ojos devoran sus horas
de avecilla libre pero esclavizada
en los aguas de la indiferencia.
STELLA MARIS TABORO
3 comentarios:
Bella y triste semblanza de una realidad que duele y que sigue en la indiferencia.
Yo los veo, vos los ves, muchos lo hacemos, querida Stella. No desesperes...Me encanto!!...besos, Any
Niños de la calle... qué elocuente frase para el final: "avecilla libre pero esclavizada en las aguas de la indiferencia." y cuánto duele...cuánto duele una sociedad indiferente...
Que cuenta con medios en materia de salud reproductiva y no crea conciencia en las personas, para no seguir reproduciendo en cantidades geométricas a esclavos de la pobreza...
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