Fui yo quien le arrebató la orquídea de la boca a Satanás.
Fui yo quien hizo sangrar las rosas blancas de Yhvh
Fui yo el que embelesó a los querubines de los cielos,
De aquellos cielos profundos sin dueño ni ley,
Con juegos y regalos y trampas con sabor a hiel.
Fui yo quien les lamió las nubes negras e hizo llover miel,
Quien arañó el sol aquel domingo en la mañana,
Perturbando el eterno sueño de aquél,
El haragán, el inocuo, el que nunca fue ni será.
Soy el hijo de mi padre y de mi madre.
El hermano de mis hermanos.
El tío de mi sobrino.
El amigo de mis amigos.
El perro de mis perros.
Soy aquel hombre de su hombre y de nadie más.
Aquel hombre ajeno, ajeno de sí, de Yhvh, de Satanás, de usted.
¿Me conoce usted?.. Qué va.
ANDRÉS GRENOUILLE
3 comentarios:
Andrés querido: lleva mucho tiempo conocer a alguien. Hay que tener los poros abiertos y la cabeza inclinada. Quien deba saber, sabrá quien sos, a su debido tiempo: el que le hizo cimbrar el oído a dios y le mostró al diablo que hay una flor entre las tinieblas, ese que llevas adentro y que puedo ver...
Me encantó!...Te felicito, beso...Any
Es un poema muy profundo, con un final inquietante y provocador introduciendo al lector a la reflexión...
Quién conoce más allá de los límites de su menudo "yo", amigo Andrés...De su menudo mundo y su estrecho pensamiento...quién más allá de lo limitado de sus sentidos...
Quizás, algún pequeño rayo de luz,penetrará nuestro cerebro, llegando hasta el corazón...quizás...
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