Vuelvo a las deserciones y al misterio,
tras mi cárcel incorpórea,
desarmaré los muertos del destino
y hundiré las cruces olvidadas
para renacer, con el hombre nuevo
y morir, a espaldas de la indiferencia.
Vuelvo al tiempo quieto,
y estoy desnuda, casi agónica,
resucitando en el silencio.
El agua trae los pasos y el polvo amado,
el viento lleva la espuma y la marea,
para enseñarme a mudar de piel
y no huir, enamorada hacia el miedo.
GRACIELA ALFONSO
3 comentarios:
Graciela querida: Bello poema que nos induce a la reflexión de no morir por los sinsabores de la vida sino mudar de piel, resucitar...
Me encantó, te felicito...Any
Gra, cada palabra llega, emociona, te hace desear ese renacer cuando el alma duele...bello amiga.
Un beso
Ana y Susana: Muchas gracias por los comentarios y la reflexión que ustedes aportan sobre mi poema, besos, Graciela
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