Encendida de esperanza
mi alma aún te busca
y una sutil memoria
surge de mi alma vagabunda...
En estos versos peregrinos
se instaló una audaz nostalgia
que desenterró alguna recóndita ternura
y un casto anhelo
que me dictó esta súplica
envuelta en lágrimas
que se posó suavemente
sobre mis recuerdos mustios.
Este indomable verano
con su claridad de tiempo
y compaces de inmensidad
viene trayendo mullidos versos
y cánticos vespertinos...
Una dulzura amarilla
de antiguos contornos,
y Tú...
Lánguido trino de cristal
en mis oídos castos,
tus palabras,
almibaradas y bellas
que ruborizan mis mejillas
y visten mis labios
con un temblor
de tibiezas casi olvidadas.
Estás...
en las estrías que dejó el tiempo
en mis tímidas pupilas,
en la pluma que te llama,
y en el gemir de mi lira.
Te extraño...
Te siento...
Te deseo...
NINFA DUARTE
2 comentarios:
Que hermosa nostalgia de ese amor!!bellas imàgenes que cosquillean en la piel.
Precioso, Ninfa, como todo lo que escribís, desde el corazón, derramando emociones que nos llegan.Gracias, amix, sos una gran poeta. Besos
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