No queda nada
de nuestro amor.
Solo el hilo del discurso
hecho hilachas
sobre la cama,
campo devastado.
Y mi ojo clavado
en tu rastro,
epílogo fatal en retirada.
Estoy sola,
soy como el punto final,
la última huella,
lo que quedó
después de la batalla.
Prisionera,
te pertenezco,
hasta el tratado de paz
o la amnistía.
ANY CARMONA
3 comentarios:
Intenso poema de entrega, abandono y un deseo profundo de permanencia,triste y muy bello Any.
Gracias Su,el poema marca el momento en el cual ha pasado la tormenta pero aún no ha salido el sol...Tu comentario es muy cierto, gracias por ller y opinar...Besos...Any
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