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miércoles, 27 de febrero de 2013
MENSAJES EN EL CIELO por ANY CARMONA
domingo, 24 de febrero de 2013
REBELDES MARIPOSAS por MARISA ARAGÓN WILLNER
En
cada primavera
en
tu hombro asierra el trajinar de una mariposa nueva
su
viaje como el mío no comienza
en
el canto de la noche y la cigarra ,
en
el mecer de girasoles ni el moler de la cebada,
ni
en la hora que descifras un teorema,
ni
es un molino viejo de aspas moribundas
enharinando
el cielo de colibríes.
Mi
viaje es a tus brazos
y
es a la pluma que señala su marca de inocencia
el
promontorio festivo de llegada
un
punto azul donde trasnochan el ayer y el futuro
en
un beso del hoy que entibia soledades
¡Qué
locura estar provista para la rebeldía
de
una seda frágil y alma de mariposa!
Atrápame
en vuelo, en tus perfumes,
en
tus manos de cobre antiguo
en
tus libros de vida y tus inmensos ojos
tú
me haces cometer locuras
vistiendo
mi cuerpo en papiros húmedos.
Mi
viaje
es
un sueño manantial de caricias, albor donde
me
descalzo en el borde sediento de tus labios,
espera
entre pétalos dormidos de rosales
donde
alguna vez mi infancia
fue
la falda cubierta de ciruelos dulzones
que
acunaba las mariposas rebeldes de tu mirada
y
tú polinizaste mi piel ardiente
a
escondidas del viento. Adolescente
para
desposarme en tus jazmines
risueños
a la hora señalada.
¡Qué
locura estar provista para la rebeldía
de
una seda frágil y alma de mariposa!
MARISA ARAGÓN WILLNER
MANUEL CUBERO
Marisa Aragón Willner
OJOS DE FUEGO por FERNANDO TORRES VICO
Las ranas dejaron de croar,
enmudeció el cantar
de los pájaros.
Los tétricos sonidos
retumbaron en el fondo
del denso bosque,
lúgubres, aciagos, sombríos,
fue como si el tiempo feliz
de los hombres agonizara.
Por fin he comprendido
que a veces el terror
paraliza tu ser
que todo se vuelve horror,
escalofriante escena
del funesto día.
Que todos han de tener
ese día amargo
enfrente de sus aciagos ojos.
Ese día que ahora es el mío,
encuentro con la efigie del mal...
Y entiendo que es tiempo
de correr, sólo de correr,
Y corro.
...Y sigo corriendo
entre un hedor
de cuerpos calcinados,
cadáveres corruptos.
Y corro,
sin mirar atrás,
sintiendo su aliento
cada vez más cerca,
más próximo.
Y corro con un empuje
prodigioso, genésico.
Quebrándome.
¡Desmesurado dolor!
Y caigo rompiéndome la tez.
Y sangro, caudal rojo,
que se vierte en la tierra...
Entonces reúno todos
mis bellos recuerdos
como muda película en mi alma.
Abrazándome
a la atroz calavera
de mi destino.
Y Mientras tanto...
FERNANDO TOPRRES VICO
MANUEL CUBERO
Fernando Torres Vico
sábado, 23 de febrero de 2013
POEMAS DE BERTOLT BRECHT
CANCIÓN DE UNA AMADA
Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje,
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.
Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.
Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.
Ella vio que yo era malo, y me amó.
No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.
Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.
Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.
Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.
Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.
Ella vio que yo era malo, y me amó.
No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.
Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.
Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.
BALADA DEL GUARDABOSQUES Y LA CONDESA
En tierras de Suecia vivía una condesa
que era tan pálida y tan bella.
«¡Señor guarda, señor guarda, mi liga se soltó,
se soltó, se soltó!
¡Guarda, arrodíllate, pronto, y átamela!»
«Señora condesa, señora condesa, no me miréis así,
yo os sirvo por mi pan.
¡Vuestros pechos son blancos pero el hacha es fría,
es fría, es fría!
Dulce es el amor, pero amarga la muerte.»
El guarda escapó aquella misma noche.
Cabalgó monte abajo hasta que llegó al mar.
«¡Señor barquero, señor barquero, acógeme en tu barca,
en tu barca, en tu barca!
Barquero, tengo que ir hasta el fin del mar.»
Entre el gallo y la zorra brotó el amor.
«Oh, dorado, ¿me amas de verdad?»
y fina fue la noche, pero el alba llegó,
llegó, llegó:
todas sus plumas cuelgan del zarzal.
BERTOLT BRECHT
MANUEL CUBERO
Bertolt Bretch
viernes, 22 de febrero de 2013
ACASO DUERMES por MARIEL MONENTE
¿Acaso duermes
Mientras bailo la plegaria entre los juncos?
Cuerdas de arpa vegetal se mecen en mis dedos de agua
Espuma vigorosa las agita
Y el río pronuncia caracoles y fragancias viejas.
¿Acaso duermes, mientras sufro
Los avatares de una escarpada tormenta junto a ese río ignorante?
No sabe de la risa, ni del llanto,
Ni del sueño confuso sin mi nombre,
Con todas las ficciones que bailan.
No sabe de mi proverbial ritmo de misa antigua
Que se debate en la noche entre los juncos
Danzando tu plegaria.
MARIEL MONENTE
ELLA ESTÁ ENTRE NOSOTROS por MARTA PIMENTEL
En los platos, en la cocina
Vive dentro de mis medias
Y las contempla estando limpias.
Ella transita con el sol a pies descalzos
Por la casa que comparto con su risa.
Ella entibia cada olla y la recubre
De hortalizas.
Ella es tiempo, espacio, madre,
La sultana y la amiga.
Ella finge ser ajena a mis poemas
Y se filtra entre renglones
que me riman.
Ella es don, ángel supremo
que se cuelga del silencio.
De los dioses que la miman.
AS ella debo mis suspiros
Por ella vivo.
Ella tiene cual banderas mis delirios
y yo apenas si pudiera darle un hijo.
¡Quien quería tanto, tanto
como ella esta pobre
poesía dando vueltas!
Ella es todo:
Tierra, agua, fuego, aire
Entre mis venas.
Ella teine mis iniciales por emblema
que se cuelga justa al cuello
como propio.
Tal vez, el día que ella quiera
con el codo y de un soplo
quede yo en el olvido,
pero, si es por ella
llevo todo lo vivido
muero en calma y resucito.
Porque ella está en el centro de los pájaros
y es por ella este cuadro que le pinto.
Mientras duerme a mi costado
Le recito y su pelo tan plateado
acaricio.
Ella, y no la otra,
lo ha querido.
El que lleva el calendario ya escrito.
Ella es la que sueña,
Mientras vivo,
Ella es la que ama sin motivo.
Ella es, y no la otra,
Lo ha querido.
Ella misma una noche de alaridos
Cuando su cuerpo calaba en el vacío
Y el alma agonizando rompía en llanto
Sin destino.
Ella tiene mi alma puesta por la suya,
y mis huesos por los suyos,
Y mi sangre por la suya.
Su camino es mi camino.
Ella entera de frente da lo mismo
Llamar ángel, mortal o infinito.
Tiene todo entre sus manos
Lo he sabido
Cuando en sueños delirados
Me he ido
Ala esfera del Maestro que respiro.
MARTA PIMENTEL ÁLVAREZ
miércoles, 20 de febrero de 2013
CON LAS SIENES PULVERIZADAS DE PÁJAROS por CATALINA ZENTNER
Con las sienes pulverizadas de pájaros
y la cola de plata de una estrella
encendiendo su frente
avanza hacia la morada de la luz.
Su caballo azul
tiene los belfos húmedos
y las crines consteladas de rocío.
¿Escuchas a lo lejos
el galope de las campanas?
Calla
para que el diamante se multiplique
y se hunda entre los labios del poema
hasta que sangren las palabras
y el ojo de la luz
purifique el agua de las pudriciones.
CATALINA ZENTNER
YO NO TENGO OTRO TIEMPO PARA DARTE... por AZPEITIA
Yo no tengo otro tiempo para darte
que el que crece escondido sin fronteras
en la torpe esperanza que clausura,
esas puertas que abrimos temerosos
contemplando la vida que nos queda.
Muñidor de palabras atrevidas,
hoy no pienso decir lo que otros quieren
desvelando mis dudas y quebrantos,
los pesares que volcamos los poetas,
sin medir que otros tratan de juzgarnos
sin piedades que alivien nuestras penas.
Solo puedo decir…,
que es muy distinta
la razón de vivir que a mí me invade.
Soy feliz pese a todo… y no lo siento
aunque entiendo que pueda ser agravio.
¡Tú!... que sabes… Compartes lo que digo,
dejas suelta en el
aire tu sonrisa
de cristales que cantan de alegría,
la emoción de un momento que es eterno,
que no entiende quien mira desde afuera,
aunque intente decir que nada es cierto.
Es la historia que siempre se repite,
los de afuera, no entienden lo de adentro.
AZPEITIA
UN DÍA NO LEJANO por JULIA DEL PRADO
Un día no lejano
Y el hombre cocinará la paz
como una danza
de sonrisas frescas.
Alrededor de la chimenea el fuego
aquietará su corazón
en casita de madera.
Uno para todos / todos para uno
dirá ese Ser Hombre/ Ser Sueño.
Entonces Yo Mujer Anciana
beberé esa fuente del gavilán
y su escritura
tomaré fotos de la flor de lis
y su poeta
no queda más / abordaré la nave.
JULIA DEL PRADO MORALES
UN CLIMA DE BESOS por NINFA DUARTE
Entré en tus versares,
encontré en ellos
un clima de besos y jadeos,
te sentí en mi cuerpo
buceando sentires,
hurgando en cada poro
mis secretas sensaciones.
Hablabas de placeres
y mi piel se erizaba;
me abrigué en ti
como hacen las ondinas
en las aguas de los mares;
me deleité con tus caricias
cuando palpaste mis intimidades…
Nadaste mis olas contenidas
sacando a la sal sus olores
para bañar con ellas mi cuerpo
y en bellos estertores se unieron
tus espumas a las mías…
Sacié mis adentros con
tus palabras sin sábana...
NINFA DUARTE
SUEÑOS REPARTIDOS por ANTONIO CAMPOS
Busco un rincón en la memoria de las espigas
Donde pasar la noche
En abrazo fraterno con los búhos
Las aves y yo hemos pisado
La misma sombra, el mismo todo
Me congela pensar en la mirada
De los que partieron
He escuchado el polvo de los gusanos
Recordándome la fragilidad de las piedras
En el libro de los pesares ya no aparece
En nombre del purgatorio
Tal vez cambio de identidad
Soledad y tristeza pelean entre sí
Sus miserias, sin saber que fueron
Paridas por un corazón podrido
Soñar es repartir la esperanza
En cartas de fe
Estaré aquí hasta que ya no haya
Lugar para una lágrima más
¿A dónde iré con mi muerte
Cuando la eternidad
Ya no sea un lugar digno para soñar?
martes, 19 de febrero de 2013
POEMAS DE CONRADO NALÉ ROXLO
EL GRILLO
Música porque sí, música vana,
Como la vana música del grillo,
Mi corazón eglógico y sencillo
Se ha despertado grillo esta mañana.
¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
Veo todo a lo grillo esta mañana?
¡Qué bien suena la flauta de la rana!
Pero no es son de flauta: en un platillo
De vibrante cristal de a dos desgrana
Gotas de agua sonora. ¡Qué sencillo
Es a quien tiene el corazón de grillo
Interpretar la vida esta mañana!
HAY QUE ANDAR POR EL MUNDO...
Hay que andar por el mundo como si no importara.
Sin preguntar el nombre del pájaro y la planta,
Ni al capitán del buque, a dónde lleva agua.
Mirar al otro lado del que todos señalan,
Que es allí, dónde crece la rosa inesperada.
Hablar con el herrero, del caballo y la fragua,
Pero mirando al fuego, con atenta mirada;
Puede que en un silencio, veas la salamandra.
Crear el nombre hermoso de alguna imaginaria mujer,
Y luego a todos preguntarles con ansia:
Si no la han visto, acaso te lleven a su casa...
En la copa vacía beber con esperanza,
Tal vez una divina locura, de cristal guarda.
Sacar siempre a los ojos, el aire azul del alma,
Ver lo que nunca alcanza la mirada...
SE NOS HA MUERTO UN SUEÑO
¡Carpintero! Haz un féretro pequeño
de madera olorosa,
se nos ha muerto un sueño,
algo que era entre el pájaro y la rosa.
Fue su vida exterior tan imprecisa
que sólo se lo vio cuando asomaba
al trémulo perfil de una sonrisa
o al tono de la voz que lo nombraba...
Mas qué te importa el nombre, carpintero,
era un sueño de amor. Tu mano clave
pronto las tablas olorosas, quiero
enterrar hondo el sueño flor y ave.
¡Al compás del martillo suena un canto!
"No vayas al campo santo,
porque los sueños de amor
No mueren. Se muda en llanto
su forma de ave y de flor
CONRADO NALÉ ROXLO
MANUEL CUBERO
Conrado Nalé Roxlo
lunes, 18 de febrero de 2013
PEQUEÑA HISTORIA por SEROMA
La soledad es una venus morena,
con encantos de abismo y misterio.
Si dura, nos agota en desconsuelo,
si es breve, a veces, nos permite
encontrarnos más de una vez
con nuestra propia delicadeza,
hurgar en los anhelos latentes,
y, tal vez, reaparecer en la sonrisa
oculta en el recóndito trasfondo
del lamento de una angustia.
Oscura diosa de los corazones,
nos tienta por caminos exclusivos,
donde solo a ella perteneceremos,
sin tener agallas para algo más.
Y sin embargo, en la soledad,
arderán los deseos de despojarse
de sus maléficos encantos,
dejar de sentirnos uno sórdidos
abandonados de todo posible destino,
para encontrar en algún otro
una pequeña historia que compartir.
SEROMA
DESNUDEZ por ERNESTO DEL VALLE
Me sé tu cuerpo
desnudo;
noche a noche, de
memoria,
cada marca con su
historia
lo he lamido ciego y
mudo.
Me sé tu cuerpo
dormido
bojeando sus
oquedades
absorbiendo sus
verdades
como arcángel
aguerrido.
Me sé tu cuerpo
despierto
vivo pulso y
llamarada
ardiendo en la
madrugada
al amor, franco y
abierto.
Tu cuerpo de piel
rendida
me lo bebí tan
ansioso;
que fuiste insignia
del gozo;
fuiste llama y
despedida…
ERNESTO DEL VALLE
MI CUERPO CIRCUITO EN VELA por JORGE CONCHA LOZANO
MANUEL CUBERO
Jorge Concha Lozano
CALLAR por TERESA DEL VALLE LAUMANN
Primero eliminamos las palabras
luego, tras las palabras,
se fueron los gestos.
Después,
poco después,
desaparecieron las caricias,
las sonrisas
las ilusiones
los sueños nuevos…
…al fin
quedamos desnudos,
ateridos de frío,
vacíos, áridos
marchitos
desiertos
sedientos…
de pie, pero muertos.
TERESA DEL VALLE LAUMANN
MANUEL CUBERO
Teresa del Valle Laumann
sábado, 16 de febrero de 2013
ACOTACIÓN por ANDRÉS GRENOUILLE
Fui yo quien le arrebató la orquídea de la boca a Satanás.
Fui yo quien hizo sangrar las rosas blancas de Yhvh
Fui yo el que embelesó a los querubines de los cielos,
De aquellos cielos profundos sin dueño ni ley,
Con juegos y regalos y trampas con sabor a hiel.
Fui yo quien les lamió las nubes negras e hizo llover miel,
Quien arañó el sol aquel domingo en la mañana,
Perturbando el eterno sueño de aquél,
El haragán, el inocuo, el que nunca fue ni será.
Soy el hijo de mi padre y de mi madre.
El hermano de mis hermanos.
El tío de mi sobrino.
El amigo de mis amigos.
El perro de mis perros.
Soy aquel hombre de su hombre y de nadie más.
Aquel hombre ajeno, ajeno de sí, de Yhvh, de Satanás, de usted.
¿Me conoce usted?.. Qué va.
ANDRÉS GRENOUILLE
MANUEL CUBERO
Andrés Grenouille
EL MAPA DE TU CUERPO por ANY CARMONA
jueves, 14 de febrero de 2013
¿QUIÉN LOS VE? por STELLA MARIS TABORO
No esperan la oscuridad,son hijos del viento, tañidos de campanas
escarchados con el fuego del olvido.
Sus pies vagan como suspiros por las calles,
el amor se evaporó como vuelo de golondrinas.
Se acurrucan en una caverna de calle peligrosa
donde nos hay mariposas, ni juguetes.
Suman instantes de la nada,
amordazados como pequeñas estrellas,
rostros sin luz, mejillas silenciosas.
Pajaritos petrificados en una cornisa
espejos del vacío.
No saben del miedo ni el cariño.
Sí, del frío que duele más que el hambre.
Sí del desamparo de neblinas.
No del amuleto de la grata suerte.
Alucinados sufrientes ,
ausentes ojos devoran sus horas
de avecilla libre pero esclavizada
en los aguas de la indiferencia.
Sus pies vagan como suspiros por las calles,
el amor se evaporó como vuelo de golondrinas.
Se acurrucan en una caverna de calle peligrosa
donde nos hay mariposas, ni juguetes.
Suman instantes de la nada,
amordazados como pequeñas estrellas,
rostros sin luz, mejillas silenciosas.
Pajaritos petrificados en una cornisa
espejos del vacío.
No saben del miedo ni el cariño.
Sí, del frío que duele más que el hambre.
Sí del desamparo de neblinas.
No del amuleto de la grata suerte.
Alucinados sufrientes ,
ausentes ojos devoran sus horas
de avecilla libre pero esclavizada
en los aguas de la indiferencia.
STELLA MARIS TABORO
MANUEL CUBERO
Stella Maris Taboro
SILENCIO DE TÍ por GRACIELA CASARTELLI
Soñar el primer recuerdo;
el de una mano grande,
que asía mi manita de niña.
Ella, pasados los años,
persiste en su caricia y en su sostén.
Soñar que mis labios pudieran retener,
el sabor de la piel de quienes amé,
en un beso.
Soñar que no existe la soledad;
ni el dolor de lo perdido.
Pérdidas de personas y
de algunos sentimientos.
Mientras otros han quedado
y configuran sombras blancas,
rodeando el aire de mis contornos.
Cercada de espectros.
Son los seres que partieron
hacia otros destinos,
que no fueron el mío.
Colmada de sentimientos,
que un día,
fueron vivencias de alegrías.
Hoy están idos, con los años;
envueltos en mis mutismos.
Siento que soy todos ellos,
en una síntesis de tiempo,
más algunos adornos.
¿Cuál es la paz que busco,
si yo me disgregué en el pasado?
Disuelta en sombras y
en muchas cosas que pude crear;
mientras sobre mí se cernía,
un sol ardiente.
¡Hoy, me pueblan los vacíos de los amados!
Los sueños que me dejaron,
los que he tenido.
Y los que me han sido negados.
Hoy no tengo nada,
sino yo misma;
con un resplandor teñido de destierro.
De ansias de aquella mano fuerte,
que asía la de la niña pequeña.
Aquella mano que se cerró
y desapareció en los años;
en las distancias de los inalcanzables.
Desde entonces, sólo las ansias.
Descubrir algo lejano, sin saber, qué...
Llegaré, cuando colme los vacíos,
los espacios que debieron pertenecerme
y me fueron quitados.
Los espacios llenos de ternura,
y de besos negados.
Hoy, sólo son atestados por los silencios.
Supresión de ti.
La espera de la magia,
del milagro, que sólo hace posible el amor.
Quizás,
el de una mano grande,
que asía mi manita de niña.
Ella, pasados los años,
persiste en su caricia y en su sostén.
Soñar que mis labios pudieran retener,
el sabor de la piel de quienes amé,
en un beso.
Soñar que no existe la soledad;
ni el dolor de lo perdido.
Pérdidas de personas y
de algunos sentimientos.
Mientras otros han quedado
y configuran sombras blancas,
rodeando el aire de mis contornos.
Cercada de espectros.
Son los seres que partieron
hacia otros destinos,
que no fueron el mío.
Colmada de sentimientos,
que un día,
fueron vivencias de alegrías.
Hoy están idos, con los años;
envueltos en mis mutismos.
Siento que soy todos ellos,
en una síntesis de tiempo,
más algunos adornos.
¿Cuál es la paz que busco,
si yo me disgregué en el pasado?
Disuelta en sombras y
en muchas cosas que pude crear;
mientras sobre mí se cernía,
un sol ardiente.
¡Hoy, me pueblan los vacíos de los amados!
Los sueños que me dejaron,
los que he tenido.
Y los que me han sido negados.
Hoy no tengo nada,
sino yo misma;
con un resplandor teñido de destierro.
De ansias de aquella mano fuerte,
que asía la de la niña pequeña.
Aquella mano que se cerró
y desapareció en los años;
en las distancias de los inalcanzables.
Desde entonces, sólo las ansias.
Descubrir algo lejano, sin saber, qué...
Llegaré, cuando colme los vacíos,
los espacios que debieron pertenecerme
y me fueron quitados.
Los espacios llenos de ternura,
y de besos negados.
Hoy, sólo son atestados por los silencios.
Supresión de ti.
La espera de la magia,
del milagro, que sólo hace posible el amor.
Quizás,
en un día cualquiera…
GRACIELA CASARTELLI
MANUEL CUBERO
Graciela Casartelli
miércoles, 13 de febrero de 2013
TRAMO XIX por GRACIELA ALFONSO
Oh semen que alabaste
el
cuerpo que te recibió,
oh
semen que penetraste
en el
incauto óvulo que te amó.
Quiero
que compongas
un
ser, humano y tierno,
comprensivo
y sereno.
Quiero
que destruyas
con
tu legión de semillas,
los
óvulos malditos y lujuriosos
del
hombre destructivo.
Quiero
que inventemos
el
hijo de la ternura,
en el
último instante del recuerdo.
Graciela Marta Alfonso
SENTENCIA por SUSANA FALCÓN
MALDITA GITANA por MYRIAM JARA
Me pidió la mano a cambio de unos centavos,
Dijo que podía descifrar mi futuro que en
ellas escrito estaba.
¡Ay, estúpida gitana, que yo no creo en
nada!
Se le enardecieron los ojos, chispas
brotaban de ellos.
Clavó su mirada en la mía y escupiéndome en
la cara
Me regaló su maldición ¡OJALÁ QUE TE
ENAMORES!
Solté tremenda carcajada al tiempo que ella
gritaba
¡LA MALDICIÓN RECAERÁ SOBRE TI, MOCOSA
MALEDUCADA!
Se fue revoleando sus polleras de costosas
y floridas sedas
Mientras al repiquetear de sus tacos hacía
vibrar la vereda.
Seguí mi marcha sin mirarla y fue entonces
que sucedió,
Se me cayeron los libros y él me los
levantó.
¡Ay, maldita gitana, que de su sonrisa
quedé prendada!
Han pasado ya diez años desde ese nefasto
día.
Nos casamos por iglesia, tal como
correspondía;
El primer hijo vino al año y luego una
seguidilla.
¡Qué hombre tan efusivo que me ha llenado
de críos!
Abandoné mis estudios, me dediqué a esos
niños,
Ni tiempo me quedaba para ir a la peluquería,
Mis uñas son un desastre, me llené de
celulitis,
No me alcanzaban las horas para atender
tanta gente.
¡Ni pensar en el gimnasio, ay, qué triste
mi suerte!
Hoy es nuestro aniversario, ni se acordó el
cretino,
Llegó a casa de madrugada, con la camisa
arrugada
Después de pasar unas horas con su
atorrante secretaria.
Heme aquí, desahuciada, vieja, mal vestida,
desgreñada…
Él está cada vez más joven y yo más que
estropeada.
¿Por qué no le habrá dado la mano a esa
maldita gitana?
Tal vez me hubiera advertido…
Tal vez no se me hubieran caído los libros…
MYRIAM JARA
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