Por tierras desconocidas
Transcurre silencioso
Un río de barbas plateadas
Donde de sus aguas bebe un oso
Que narra venidas y desgracias
En una montaña herida.
Narra la historia de una muchacha
Que se enamoró del sol
Mientras este le daba su calor
La luna envidiosa
Se dice que de celos rabió.
Acercándose a la muchacha
Le dijo:
Mujer mortal que al gran astro oscureces
¿No preferías ver a tu amor
Tocar su rostro, sentir su calor
Y ver si sus ojos
Traspasan tu corazón?
Mal caso hizo la muchacha
Al fiarse de la envidiosa luna
Al ver al sol, sus ojos se cegaron
Y miles de lágrimas derramaron
Creando una laguna
Donde se ahogó.
Arrepentido, el sol dio calor a la montaña fría
Derritiendo sus glaciares nevados
Creando un manantial
Que, en el final
Del invierno
El calor del averno
Hace que fluya
El sol enamorado
Camino de su amante
Recuerda, caminante
Esta historia de amor
Que tras el frío y el invierno
Los enamorados
Se arropan y dan brotes de alegría
Tras vivir un infierno
Desde esa temprana edad
Pero que fluirá para toda la eternidad.
DANIEL ABELLA
1 comentario:
Me encanta esta leyenda Daniel ¡Parece un cuento hecho poesía!...Besos...Any
Publicar un comentario