Decir adiós es parte de la vida.
Es un morir para nacer después,
sin darnos cuenta.
Nuestra existencia
está hecha de pequeños adioses
pero también
de otras presencias.
Otros sueños, quizás otros milagros
nos esperan en medio de lo incierto.
Decir adiós es empezar de nuevo
a escribir una historia diferente.
Decir adiós es simple y necesario
como buscar refugio en la tormenta.
Después de cada adiós otras auroras
alumbrarán las nuevas andaduras
hasta alcanzar las buscadas vertientes
para calmar la sed desesperada.
Decir adiós, en fin, la vida es eso,
una rueda que gira sin retorno.
El punto de partida de un comienzo,
un cofre clausurado de recuerdos.
CATALINA ZENTNER
3 comentarios:
El "adiós"... creo que a veces lo alternamos por algún "hasta luego".
También puede ser que la vida sea una historia que contenga muchas historias dentro, por lo cual tendría un solo fin, nuestra muerte.
Pasar las páginas no significa que no podamos volver a ellas, re-leer y re-disfrutar de todo lo que tenemos en ese cofre...Lindas letras de un romanticismo propio de tu alma generosa...Besos...Any
...Un cofre clausurado de recuerdos... Hermoso.
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