Sobre la neblina solidificada
emergen arroyos predicadores
de miradas impasibles
procreando un oculto manantial
Su
discurso está plagado
DE
ROCAS CAPITULARES
y sólo los
astros con sus trombones
hacen presagiar
las olas
de la incombustión
El
cielo es una inmensa humareda
con golondrinas en espera
los estandartes voltean
las brunas victorias
de los rosarios imantados
y
apenas el delirio es capaz
de someterse al
cuadrante lunar
DE LA OBSIDIANA
Las siglos gotean
como si fuesen espejos de viento
formando una turgencia arrodillada
ante el furor de los desvelos
Suspirando bajo una floresta presidida
por estrellas arqueológicas
y heraldos sepultados
Con
esencia a besos de novicia
De esa novicia convertida en aprisco
de un cauce
inmolado
donde ya no se escucha
EL ADAGIO DE LOS CAMPANARIOS
LUIS MARIN IBAÑEZ
2 comentarios:
Un poema muy profundo. Especialmente me ha cautivado ese énfasis en palabras mayúsculas que muestras a veces.
LUIS: Me atrae esta descripción de una realidad que trasunta dolor, inconformidad y denuncia...Has creado un clima y eso es todo un logro. Vocabulario complejo, libertad en los versos, toda una osadía...Te felicito...Any
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