a: Emmanuel
(el Río Paraná se lo llevo
en una noche de tormenta)
No me atrevo entre los párpados.
Rosa, rosa está el cielo que antes de azul pálido
Es que el río tiene rosas rojas en su pecho,
Es que el río tiene rosas en su lecho
Es que el río tiene rosas de espinas largas,
Largas hasta el cielo
¡Ése, ése río turbio
tiene sangre y ceniza de tu cuerpo !
Mirarlo, no puedo,
¿Cómo podré navegarlo
el día que naveguen los veleros?
¿Cómo podré planear con las garzas
Y los pájaros el infierno?
Es que ése río despiadado salió del cuadro
Nostálgico del verso
A llevarte en su cintura al compás
De los vientos huracanados
De los vientos
Mojigato de los giros de las olas
Remanso que entró en vuelo,
Envoltura de las nubes en los cielos,
¡Qué nombre tiene el espanto en tu recuerdo!
No me atrevo, no, a mirarlo
Río abajo, río arriba entre los párpados.
Aún,
Las espinas cruzan bruscas el firmamento
Y las rosas siguen rojas en su lecho!
¡Ése, ese río turbio
Tiene sangre y ceniza de tu cuerpo!
MARTA L. PIMENTEL ÁLVAREZ
2 comentarios:
¡Exquisito poema! Me encantó...Con un tema dramático y muy triste has hecho una pieza bella que tiene musicalidad, riqueza metafórica e imágenes tan frescas como coloridas...Te felicito, Marta...Besos...Any
¡Tremendo! hace erizar los vellos y embarga la respiración, me encanta.
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