La sombra en la pared
no me debió esperar,
aguardando milagros vencidos,
riesgos sin arriesgar,
los sentidos de un cuento,
o sonetos azules.
La vi mirando mis ojos,
esperando mi navegar
hasta su otra orilla.
Quise ser transparente,
capitán de sus mares sedientos.
O absurda melancolía.
Quise ser algo.
Último sobreviviente de espinas,
a la hora del todo,
solo pude cabalgar la ausencia
en un mustio insomnio.
Tu silueta ya era horizonte
cuando la sombra,
se derrumbó en el muro.
SEROMA
1 comentario:
Bello y ambiguo poema que sin embargo, siento un poco mío...Como te dije, creo que la sombra y la transparencia son pendulares en el poeta...La flor lo sabe...Besos...Any
Publicar un comentario