Amo tus digestiones afectivas
tus glándulas de líquidas nostalgias,
los nervios que transportan tus neuralgias
yo adoro tus sudores y salivas.
Soy un ¨fan¨ del oxígeno que riega
el planeta otoñal de tus pulmones,
amo los huesecillos y tendones
que sostiene ese cuerpo que me ciega.
Amo el ritmo total y despacioso
que en sístoles y diástoles extienden
y distienden tu músculo amoroso
Hablo, mujer, de tanto amor completo
que amando estoy, a ver si me comprenden,
tus vísceras, tu caspa, tu esqueleto.
ERNESTO R. DEL VALLE
2 comentarios:
qué amoroso Ernesto, qué sensualidad tan lograda en sus versos. Cariños
Este Soneto es brillante y se desliza alegre, travieso por la fisiología de tu amada y culmina, con algo que me llama la atención pero que entiendo que ese polvillo que produce el cuero cabelludo y que no es otra cosa que parte de la piel de ella, también puede ser motivo de la calidez de tu cariño...un abrazo desde azpeitia
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