Entonces no pudiste contenerte
y dijiste que
me echabas mucho de menos,
que estos años habías sufrido mucho.
y dijiste que
me echabas mucho de menos,
que estos años habías sufrido mucho.
Nos abrazamos.
Confesé que yo también estaba fatal...
Confesé que yo también estaba fatal...
Nos hartamos de llorar.
Y SONÓ EL DESPERTADOR...
Entonces supe que sólo fue un sueño y rompí a llorar de verdad como una condenada...
Soy una cobarde que nunca te dirá nada...
¿Sabes qué? Pese al derrame cerebral...
sigues estando tan guapa como antes...
sigues estando tan guapa como antes...
No se puede retroceder al pasado...
Sólo me quedará seguir tragando...
Tita, siempre te querré.
Y, lo más importante, NO TE GUARDO RENCOR.
Y, lo más importante, NO TE GUARDO RENCOR.
2 comentarios:
No sé por qué, pero me ha venido a la mente la idea de que nunca se es suficientemente cobarde. ahora tengo que darle vueltas a esto, a ver qué demonios significa.
Somos tan cobardes, que tenemos cobardía de reconocerlo.
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