Resabio antiguo, sin prisa,
demorado sobre mi mano callada;
desborda con el tiempo agazapado
el hielo dormido de su piel sorda.
Brota de su hueso dibujado
un solo filamento de oxigeno,
y un quejido hondo,
para llamarme a su mundo de redes
y de barcos hundidos,
en el mar muerto de humanidades.
Voy presa, como un felino en su jungla
de juegos despiadados y temores informes.
sus órbitas inflamadas de sombras
contemplan el horror senil
de huir, huir con el cuerpo pegado
a su boca de espanto,
huir, de su garra suicida
y de su sed insaciable de indiferencias.
2 comentarios:
Excelente poema...Felicitaciones
Muchas gracias Graciela por tu comentario, un gran saludo.
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